En la familia y las finanzas no hay competencia. Es difícil pensar que no es así, observando a nuestros alrededores. Cada día se ve como familias se separan y un factor determinante en la separación son las finanzas. Una vez escuche un mensaje en donde el presentador menciono que se debe elegir entre la familia o el dinero. Estoy en total descuerdo. La familia es la célula de la sociedad y las finanzas son su complemento dándole chispa y colorido. Lo importante es encontrar equilibrio entre el trabajo y la familia. No será fácil, pero es una función que vale la pena. Otro factor determinante es la comunicación. Aprender a comunicarte con tu pareja es un requisito indispensable. Hay buenos libros en el mercado sobre comunicación en pareja. Búscalos, serán de gran ayuda. También, algunas organizaciones sin fines de lucro ofrecen talleres para parejas en tu localidad. Otra herramienta seria Regístrate a mi Newsletter y recibirás mis más destacados artículos y videos para seguir mejorando tus finanzas al mismo tiempo que mantienes el equilibrio en el hogar.
El contar con finanzas saludables tiene grandes beneficios. Uno de tantos y el mas valioso es mantener el bienestar de la familia. El bienestar que se vive en hogares con salud económica es fabuloso. La prioridad número uno de los ingresos que entran al hogar es suplir las necesidades básicas. Las necesidades básicas en Estados Unidos, como en otros países del mundo son las mismas. Por ejemplo; la Luz, agua potable, gas natural, vivienda, calzado, transportación por solo mencionar algunas. Todas estas necesidades básicas y otras requieren lo mismo, dinero. Por lo tanto, es indispensable contar con estabilidad de ingresos. Debemos siempre esforzarnos por ser excelentes en nuestros empleos. La buena ética de trabajo es lo que nos permite mantener el empleo y abrirnos nuevas oportunidades. Al final de la vida, como dice Cristina Saralegui en su libro Parriva y Palante, “Al final de nuestra vida no podremos abrazar una carrera”. La familia si se puede abrazar. Así que nunca debe haber competencia entre la familia y las finanzas, busca siempre el equilibrio.
Sigue Adelante,
Joaquin
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